¿Tu coche pasa más tiempo en el garaje que en la carretera? Si la respuesta es sí, no estás solo. Miles de personas en España tienen un vehículo que usan únicamente unas pocas veces por semana (o menos), pero que les genera gastos constantes: seguro, mantenimiento, impuestos, revisiones, garaje… y eso sin contar el coste de adquisición.
Cada vez son más los conductores que se preguntan si realmente merece la pena tener un coche en propiedad. El teletrabajo, un transporte público más desarrollado y las nuevas normativas de Zonas de Bajas Emisiones de las ciudades obligan a replantearse esta idea. Pero… ¿Y si hubiera una forma más económica y flexible de tener un vehículo solo cuando lo necesitas?
En este artículo te explicamos por qué compartir tu coche de renting, cuánto puedes ahorrar y cómo puede ser la mejor decisión si no usas el coche a diario.
¿Qué es el renting compartido?
Cuando hablamos de renting, nos referimos a un contrato de alquiler a medio o largo plazo (de 24 a 60 meses) que te permite disfrutar de un coche nuevo a cambio de una cuota mensual fija. Esta incluye seguro a todo riesgo, mantenimiento, revisiones, averías, asistencia, ITV y más.
El renting de coches compartido lleva este concepto un paso más allá. Dos personas (familia, compañeros de piso, vecinos) se reparten tanto el uso del vehículo como la cuota. El contrato puede ir a nombre de uno de ellos y añadir al otro como conductor autorizado, o firmarse a dos nombres si la compañía lo contempla.
Imagina pagar la mitad de la cuota mensual por un coche nuevo, bien mantenido y con todos los gastos incluidos. Y, al mismo tiempo, usarlo solo cuando realmente lo necesitas.
¿Por qué compartir un coche de renting?
Lo cierto es que tener un coche en propiedad se ha vuelto cada vez más caro y menos práctico, especialmente si no lo usas de forma intensiva. A continuación te contamos las razones principales para compartir un coche de renting y cómo puede ayudarte a ahorrar.
1. Compartes gastos, no responsabilidades
Una de las ventajas del renting es que no tienes que preocuparte por reparaciones, seguros o impuestos. Todo ello queda recogido en una cuota mensual fija. Al compartir el vehículo con otra persona, también compartes ese coste mensual, pero sin duplicar preocupaciones.
Por ejemplo, si el renting de un coche compacto cuesta 400 € al mes, al compartirlo pagarías solo 200 €. Y eso incluye seguro a todo riesgo, asistencia, mantenimiento y todo lo necesario. Difícilmente encontrarás una opción más económica.
2. Evitas pagar por un coche que no usas
Según el informe “Growth Within” de la Ellen MacArthur Foundation, el coche europeo medio permanece aparcado el 92 % del tiempo; lo que significa que solo lo usamos unas pocas horas al día/semana, y el resto del tiempo está inmovilizado en un garaje o en la calle.
Compartiendo un coche de renting, solo pagas por el uso que haces realmente, porque el resto del tiempo lo puede utilizar otra persona. Así se optimiza el vehículo y se reduce el gasto por kilómetro recorrido.
3. Reduces tu huella ecológica
Menos coches en circulación significa menos emisiones contaminantes y menos congestión en las ciudades. Compartir un coche es una forma directa y sencilla de contribuir al medio ambiente sin renunciar a la comodidad del transporte privado.
Si además eliges un coche de renting híbrido o eléctrico, el impacto ambiental se reduce todavía más.
4. Tienes un coche nuevo sin preocuparte por el valor de reventa
Al compartir un coche en renting, podrás conducir un vehículo moderno, con tecnología actualizada y todas las garantías de seguridad. Al finalizar el contrato, tienes la opción de devolverlo o cambiarlo por otro que se adapte mejor a tus necesidades y gustos.
¿Cómo organizar el uso del coche?
Una de las preguntas más frecuentes es: “¿Y cómo nos organizamos para usar el coche sin pelearnos?”. La respuesta es más sencilla de lo que parece. La clave está en la comunicación y planificación.
Existen aplicaciones móviles que permiten crear calendarios compartidos, reservar franjas horarias, e incluso llevar un registro del kilometraje o de repostajes. De este modo, cada persona puede ver cuándo está libre el coche y organizarse con antelación.
Otra opción es repartir los días de la semana. Por ejemplo, una persona lo usa de lunes a jueves y la otra de viernes a domingo. O bien, una lo usa para ir al trabajo y la otra lo aprovecha los fines de semana. Lo importante es que ambos perfiles de uso sean compatibles.
Comparte tu renting con quien tú quieras
Esta modalidad es ideal para muchas situaciones cotidianas:
- Parejas o compañeros de piso que tienen horarios diferentes o teletrabajan.
- Amigos o familiares que viven cerca y no necesitan usar el coche a diario.
- Vecinos que deciden compartir gastos en lugar de tener dos coches.
- Pequeñas empresas o autónomos que combinan el uso laboral y personal del coche.
Es importante recordar que ambas personas deben estar de acuerdo con las condiciones del contrato y se comprometan a un uso responsable del vehículo.
Aspectos a tener en cuenta antes de compartir un coche de renting
Aunque el renting es una solución cómoda y económica, hay varios aspectos que debes considerar antes de compartir un coche:
- Contrato: el contrato de renting suele estar a nombre de una sola persona (el titular). Sin embargo, es posible que figure un segundo conductor autorizado. Es recomendable hablar con la empresa de renting para dejar esto claro desde el principio y evitar malentendidos futuros.
- Kilometraje: la mayoría de contratos tienen un límite anual de kilómetros. Es importante estimar cuánto va a conducir cada persona para no sobrepasarlo y evitar penalizaciones.
- Seguro: aunque el renting incluye seguro a todo riesgo, conviene saber cómo actúa en caso de siniestro si hay más de un conductor. Algunas compañías permiten añadir varios conductores sin coste extra.
- Confianza: compartir un coche implica responsabilidad mutua. Es preferible hacerlo con personas en las que confías o con las que puedes establecer acuerdos claros.
¿Y si surge un imprevisto?
Una de las grandes ventajas del renting es que, ante cualquier problema, la empresa se hace cargo. ¿Hay una avería? El coche se repara sin coste. ¿Un accidente? El seguro responde. ¿Necesitas asistencia en carretera? Está incluida. Incluso puedes recibir un coche de sustitución si lo necesitas.
Esto reduce la tensión entre los usuarios del coche, ya que no hay gastos inesperados que puedan generar conflictos. Todos los imprevistos están cubiertos por el servicio.
Comparte y ahorra sin renunciar a la movilidad
Si no usas el coche a diario, compartir un coche de renting es una de las mejores decisiones que puedes tomar. Es una solución práctica, económica y responsable que te permite tener acceso a un coche nuevo sin pagar de más ni asumir riesgos innecesarios.
Además de ahorrar miles de euros al año, contribuyes a una movilidad más sostenible y eficiente. Con el renting de coches, olvídate de los quebraderos de cabeza: todo está incluido, desde el seguro hasta las revisiones.
¿Y lo mejor? Puedes empezar hoy mismo. Elige el modelo que más se adapta a tu estilo de vida, encuentra a una persona con quien compartirlo, y empieza a disfrutar de todas las ventajas del renting compartido.