Estrenar coche, ya sea en propiedad o mediante un contrato de renting, siempre genera emoción y también algunas dudas sobre cómo cuidarlo correctamente desde el primer día.
Una de las preguntas más habituales entre los conductores es si todavía es necesario hacerle el rodaje al coche nuevo, esa práctica tradicional que durante años se consideró esencial para alargar la vida del motor.
La realidad es que los avances tecnológicos en los motores modernos han cambiado mucho las reglas del juego. Hoy, los procesos de fabricación son más precisos, los materiales más resistentes y los aceites de nueva generación protegen el motor desde el primer arranque. Pero ¿significa eso que podemos conducir sin ningún tipo de precaución desde el primer kilómetro?
En este artículo te contamos qué es exactamente el rodaje, si sigue siendo necesario en los coches actuales y qué cuidados conviene mantener durante los primeros kilómetros, especialmente si estrenas un coche de renting.
¿Qué significa hacer el rodaje a un coche?
El rodaje, también conocido como periodo de asentamiento, es el proceso por el cual las piezas internas del motor (pistones, anillos, válvulas, etc.) se ajustan y adaptan a su funcionamiento real. En los coches antiguos, este paso era crucial. Los motores necesitaban recorrer varios cientos de kilómetros antes de alcanzar su rendimiento óptimo y evitar desgastes prematuros.
Cómo funcionaba el rodaje en los motores antiguos
Antes, los componentes metálicos no estaban fabricados con la precisión que tienen hoy en día. Por eso, durante los primeros kilómetros era necesario conducir con suavidad, mantener las revoluciones bajas y evitar esfuerzos excesivos para que las piezas “aprendieran” a trabajar en armonía.
Un rodaje bien hecho podía marcar la diferencia entre un motor duradero y uno propenso a averías.
Por qué los motores modernos casi no lo necesitan
En la actualidad, los fabricantes han perfeccionado los procesos de ensamblaje y los materiales. Las tolerancias son mínimas, los lubricantes ofrecen protección inmediata y los sistemas electrónicos controlan la presión, la temperatura y la inyección de combustible de forma automática.
Gracias a ello, los motores nuevos llegan prácticamente rodados de fábrica, por lo que ya no es imprescindible seguir las normas estrictas de antes.
La mayoría de los fabricantes actuales indican que los coches nuevos no requieren un rodaje tradicional. Sin embargo, esto no significa que se pueda conducir de manera totalmente agresiva desde el inicio. Mantener una conducción progresiva durante los primeros 1.000 o 1.500 kilómetros sigue siendo recomendable para asegurar un asentamiento perfecto de todas las piezas.
Cuidados recomendados para un coche nuevo
Aunque los motores actuales prácticamente no requieren un rodaje tradicional, los primeros kilómetros siguen siendo una etapa clave para el asentamiento de los componentes y el buen rendimiento general del vehículo.
Adoptar una conducción progresiva y responsable durante los primeros 1.500 kilómetros ayuda a que el motor, los frenos, los neumáticos y la suspensión trabajen de forma equilibrada desde el inicio.
Primeros 1.500 kilómetros: conducción suave y sin prisas
Durante esta fase inicial, conviene evitar aceleraciones bruscas y no llevar el motor al límite de revoluciones. Mantener las RPM por debajo de 3.500 en motores diésel y 4.500 en gasolina es una buena referencia.
También se recomienda variar la velocidad y no mantener el coche durante largos periodos en la misma marcha o velocidad constante. Esto permite que todas las piezas del motor se asienten de manera uniforme.
Otro aspecto importante es evitar el uso prolongado del control de crucero y no realizar remolques ni sobrecargar el vehículo. Aunque el motor sea nuevo y eficiente, necesita un tiempo para adaptarse al esfuerzo real de conducción.
Revisión de líquidos, frenos y neumáticos
Entre los 1.000 y 2.000 primeros kilómetros, algunos fabricantes recomiendan realizar una revisión rápida: cambio de aceite, control de niveles de refrigerante, líquido de frenos y dirección asistida.
También es buen momento para verificar la presión y alineación de los neumáticos, y comprobar que los frenos actúan de forma progresiva y sin ruidos. Estas pequeñas revisiones ayudan a detectar a tiempo cualquier irregularidad de fábrica.
Otros consejos para el mantenimiento inicial
Además del motor, hay otros cuidados sencillos que contribuyen al bienestar general del coche nuevo:
- Evitar frenadas repetidas y bruscas durante los primeros días.
- Conducir con suavidad sobre baches o irregularidades para no forzar la suspensión.
- Revisar el interior y los sistemas electrónicos, asegurándose de que todos los componentes funcionan correctamente.
- Lavar el coche con frecuencia al principio, ya que la pintura y los acabados exteriores pueden requerir una primera capa de protección o pulido.
Estos hábitos no sólo prolongan la vida útil del coche, sino que también mejoran la eficiencia y reducen el consumo. Si acabas de estrenar un coche de renting, aplicar estos mismos cuidados es igual de recomendable, ya que aunque el vehículo esté nuevo y completamente revisado, una conducción responsable garantizará su buen estado durante todo el contrato.
¿Qué pasa si no se respetan las recomendaciones del rodaje?
Aunque los motores modernos sean mucho más tolerantes que los de hace unos años, ignorar los cuidados iniciales puede acortar su vida útil o provocar pequeñas averías a largo plazo.
El rodaje no es una exigencia estricta, pero sí un periodo de adaptación que marca la diferencia entre un motor que mantiene su rendimiento y otro que empieza a mostrar desgastes antes de tiempo.
Desgaste prematuro y consumo de aceite
Conducir de forma agresiva durante los primeros kilómetros puede impedir que los anillos de los pistones se asienten correctamente. Esto genera una fricción anómala, que puede derivar en consumo de aceite más alto o incluso en fugas internas.
Aunque el problema no se note de inmediato, con el paso del tiempo puede afectar al rendimiento del motor y aumentar los costes de mantenimiento.
Pérdida de potencia y eficiencia
El rodaje también influye en el ajuste de los componentes internos. Si se fuerza el motor demasiado pronto, los pistones y válvulas pueden no adaptarse del todo, reduciendo la compresión y la potencia disponible.
Esto se traduce en una respuesta más lenta, un consumo ligeramente superior y una menor eficiencia en la combustión.
Riesgo de sobrecalentamiento y desgaste de otras piezas
Un rodaje mal hecho puede aumentar la temperatura de trabajo del motor y acelerar el desgaste de otras piezas relacionadas, como la bomba de aceite, la transmisión o la correa de distribución.
También puede afectar al sistema de frenos y suspensión si se somete al coche a esfuerzos excesivos demasiado pronto.
En resumen, no se trata de “volver al pasado” ni de conducir con miedo, sino de darle al coche nuevo unos días de adaptación. Este pequeño gesto puede ahorrarte muchos problemas y, si se trata de un vehículo de renting, garantiza que el coche mantenga su estado óptimo durante todo el contrato, evitando penalizaciones o gastos por deterioro prematuro.
Rodaje y renting: estrenar coche sin preocuparte del mantenimiento
El rodaje sigue siendo una fase importante para garantizar la buena salud del motor, pero cuando eliges un coche nuevo de renting, parte de esas preocupaciones desaparecen.
Los vehículos de renting llegan totalmente revisados, con el mantenimiento al día y todos los componentes en perfecto estado, por lo que el conductor solo tiene que disfrutar de la conducción desde el primer kilómetro.
Mantenimiento y revisiones incluidas
Una de las grandes ventajas del renting es que todas las revisiones y el mantenimiento están incluidos en la cuota mensual fija.
Esto significa que no tendrás que preocuparte por el primer cambio de aceite, la revisión de líquidos o el ajuste de frenos y neumáticos; el plan de renting cubre esas tareas de manera programada.
Además, en caso de detectar cualquier ruido o comportamiento extraño durante los primeros kilómetros, algo habitual en coches nuevos, podrás acudir al taller sin coste adicional.
Conducción sin preocupaciones desde el primer kilómetro
El renting ofrece la tranquilidad de saber que cualquier mantenimiento está gestionado por el proveedor.
Tú solo tienes que seguir las recomendaciones básicas de conducción: evitar acelerones innecesarios, variar la velocidad y tratar el coche con suavidad durante las primeras semanas.
De esta forma, te aseguras de disfrutar de un coche nuevo en perfecto estado sin asumir los gastos ni las gestiones del propietario tradicional.
Ideal para empresas y particulares
Tanto si conduces por trabajo como si lo haces a nivel personal, el renting te permite estrenar coche con todas las garantías, sin preocuparte por su depreciación, mantenimiento o revisiones.
Y aunque no sea imprescindible hacer un rodaje “como antes”, seguir estas recomendaciones iniciales ayuda a que el coche mantenga su rendimiento, su eficiencia y su valor durante todo el contrato.
Cuidar el coche desde el inicio es invertir en su futuro
En definitiva, los motores actuales están diseñados para ofrecer el máximo rendimiento desde el primer día, pero una conducción responsable durante los primeros kilómetros sigue siendo clave para garantizar una vida útil larga y sin imprevistos.
Si eliges un coche nuevo a través del renting, disfrutarás además de la ventaja de tener mantenimiento, revisiones y asistencia incluidas, lo que te permite concentrarte únicamente en disfrutar de la carretera. Echa un vistazo a nuestro catálogo completo.