El entorno está repleto de elementos que, sin darnos cuenta, van dañando la carrocería del coche poco a poco. La pintura es una de las principales víctimas de estos enemigos desconocidos y, también, es uno de los aspectos al que se presta menos atención.
La decoloración de la pintura del coche no es solo un problema estético. La capa de barniz que da brillo y mantiene el color uniforme también se encarga de proteger la parte exterior de la carrocería. Por ello, debes combatir estos factores antes de que lleguen a causar daños irreversibles.
Para evitar este problema es importante que puedas reconocer cuáles son los enemigos de la pintura de tu vehículo y cómo prevenir sus daños. La lista es larga, pero la buena noticia es que desde el renting de coches te traemos toda la información que necesitas para proteger la carrocería de tu coche.
El sol, el principal enemigo natural de la pintura de tu coche
El sol ocupa el primer lugar entre los agentes climatológicos que causan daño a la carrocería. Los rayos UV debilitan la capa de barniz encargada de dar brillo y hacen que la pintura del coche quede al descubierto, eliminando la protección al color.
La degradación del barniz de la pintura del coche es un proceso progresivo que tarda muchos años, pero la luz solar lo acelera a pasos agigantados. Lo peor, es que esto también afecta la parte externa de la carrocería y la deja más expuesta al daño de otros factores como la humedad.
¿Cómo defenderse de este gran enemigo? Es tan fácil como evitar la exposición directa a los rayos UV en las horas de sol más intensas. Para ello, intenta dejar tu coche aparcado a la sombra, en una plaza de garaje o cúbrelo con una lona para esperas largas.
Otra buena recomendación es encerar tu coche con productos que tengan propiedades de protección contra los rayos UV. Esta capa de barniz sintético crea una barrera que filtra la radiación solar y, además, facilita la limpieza.
Evita una mala mala limpieza del coche
Lavar el coche de forma inadecuada también afecta el buen estado de la pintura. Cada uno tiene sus métodos a la hora de limpiar un vehículo, pero debes tener en cuenta que hacerlo con trapos o paños sucios, así como con productos abrasivos que no han sido elaborados para este fin, puede causar un daño irreversible.
El proceso de limpieza del coche debe hacerse a mano, con paños de gamuza, jabón de pH neutro y agua con baja concentración de minerales. Esos productos altamente abrasivos que prometen quitar la suciedad de la carrocería más rápido, afectan seriamente a la capa de barniz.
La limpieza automatizada tampoco es recomendable. Los rodillos de los túneles de lavado que se utilizan para estos procesos no siempre reciben el mejor mantenimiento, y es común ver coches que salen de ellos con nuevos arañazos en la pintura.
Insectos, pájaros y savia de árboles
Encontrar el coche lleno de excrementos de aves es una de las cosas más desagradables que nos puede pasar. Pero, además de ser un problema estético, también es un factor que puede dañar seriamente la pintura de un vehículo.
Cuando esto te suceda, no esperes a que llegue el día de lavado. Elimina estas suciedades con agua y jabón neutro, evita hacerlo a mano o utilizar una hoja de papel. Los excrementos de aves son ácidos, por lo que erosionan la pintura del coche rápidamente. Además, pueden contener granos, semillas o similares que pueden causar abrasiones y erosionar la pintura, una vez secos. Asimismo, también es buena idea proteger el vehículo con lonas o fundas y evitar aparcar debajo de árboles.
Algo que muchos conductores no saben, es que los árboles también son enemigos de la pintura del coche. Las hojas y bayas que caen de ellos sueltan líquidos ácidos que debilitan la capa protectora de la carrocería, haciendo que pierda brillo y se decolore. La savia es aún más problemática, pues su textura parecida al pegamento hace que sea mucho más difícil de quitar. Para eliminarla lo más recomendable es utilizar quitalquitrán o alcohol mineral.
Igualmente, algo a lo que tampoco se le presta la atención necesaria es a las salpicaduras de insectos. Si no las quitas a tiempo, pueden causar un daño real e irreversible en la carrocería. Límpialos con un paño en cuanto los veas, antes de que sea más difícil quitarlos.
Sal de asfalto de las carreteras en invierno, un enemigo inevitable
La sal de asfalto es un enemigo que no se puede subestimar. Además de dañar la pintura, también corroe la carrocería y afecta al buen funcionamiento de los frenos, las llantas, los amortiguadores y el tubo de escape.
El salitre y la humedad propician la aparición de óxidos que debilitan la chapa del vehículo, provocando la aparición de agujeros y grietas. Como esto es algo que no puedes evitar durante el invierno, sobre todo si vives en zonas frías o de montaña, procura lavar tu coche con agua a presión para eliminar los restos de sal que se acumulan en toda la carrocería.
La calidad de la pintura, aspectos a los que debes prestar atención
Para obtener buenos resultados con los cuidados y el mantenimiento del coche, es fundamental que la pintura sea de buena calidad. Por norma general, los fabricantes siguen estrictos estándares y esto no debería ser un problema. Sin embargo, existen excepciones que es bueno saber identificar.
Aquí te dejamos algunas señales que indican que la pintura de tu coche podría ser deficiente:
- Presencia de partículas o motas en el barniz
- Tacto rugoso o poroso
- Diferencias en la tonalidad de color
- Pequeñas protuberancias en la carrocería
También, es fundamental fijarse en estos aspectos cuando llevas tu coche a mantenimiento para hacer retoques de pintura por golpes o arañazos. El buen estado de tu coche depende, en gran medida, de tus cuidados y el mantenimiento que le proporciones.
Ahora que conoces cuáles son los enemigos de la pintura, solo queda seguir estas recomendaciones y evitarlos. Así mantendrás tu vehículo como nuevo por mucho más tiempo.