Seas un experto, o no, en coches, habrás oído expresiones como “este coche tiene tantos CV” y, de hecho, los caballos es uno de los elementos indispensables en cualquier ficha técnica. Pero ¿Sabías que los CV de un coche van a condicionar cuánto pagarás en el impuesto de circulación?
¿Cuántos caballos tiene un coche?
En este artículo te ayudaremos a calcularlos explicándote:
- Qué es la potencia real y cómo se calcula la potencia fiscal
- Ejemplo de cálculo de la potencia fiscal del Seat Arona
- Resolvemos tu curiosidad: cómo se calculan los CV de un coche y de dónde viene esta medida tan curiosa
Calcular la potencia y los CV de un coche
El documento necesario y más fiable para poder disponer de estos datos es la tarjeta de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) del coche. En este documento encontrarás la matrícula y un extenso registro de datos técnicos entre los que se hallan:
- La marca, el tipo, la variante, la versión, etc.
- Todas las dimensiones del coche: anchura y longitud total, masas, etc.
- La potencia real (si tienes delante la tarjeta de la ITV por códigos se corresponde con la casilla P 2)
- La potencia fiscal (si tienes delante la tarjeta de la ITV por códigos se corresponde con la casilla P 2.1.)
- La relación potencia/masa
Esta es parte de la información, entre muchas otras especificaciones.
El problema es que el número exacto de caballos de un coche no aparece tal cual. La razón es que los CV no pertenecen al Sistema Internacional de Unidades, que sólo acepta el vatio como unidad de medida. Por eso, el dato que aparece indicado en la tarjeta de la ITV del vehículo, esto es, el documento oficial que acredita las características técnicas de tu automóvil, lo hace en kilovatios (kW).
Pues bien, ese número no corresponde a los caballos de vapor o potencia real, sino a lo que se denomina potencia fiscal. Es decir, unidad de medida con la que calcular lo que deberás pagar en el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica o Impuesto de Circulación. A más caballos fiscales, más alto resultará dicho impuesto.
Este valor se obtiene teniendo en cuenta el número de cilindros del motor, el diámetro de los cilindros y la carrera del pistón. Pero si todo esto te suena a chino, no te preocupes, porque viene indicado tal cual en la tarjeta de Identificación Técnica del Vehículo. Consulta el apartado potencia fiscal o CVF.
Cálculo de la potencia fiscal. Un ejemplo con el Seat Arona
¿Seguimos? Con la información técnica que tenemos en la ficha del coche, pasar la medida de kW a CV es más fácil de lo que crees. Basta con aplicar, sencillamente, una fórmula matemática de conversión. Sí, matemática, pero no te asustes. Es muy sencilla y es la siguiente:
kW x 1,3596 = CV
El número 1,3596 es un factor de conversión que se aplica para convertir de kilovatios (KW) a caballos de vapor (CV) y es fija, siempre igual. Si quieres verlo aún más claro hazlo con un caso práctico. Como el Seat Arona que tenemos a tu disposición en la web de Swipcar y cuya potencia fiscal es de 85 kW.
85 kW x 1,3596 = 115,566 CV
Es decir. El Seat Arona tiene 115,566 CV.
Evidentemente, el cálculo puede hacerse al contrario. Para saber la potencia fiscal de un vehículo tan solo tienes que aplicar esta fórmula de divión por el mismo factor de conversión:
CV/1,3596= kW
¿Quieres saber más? Te explicamos de dónde viene esto de los CV de los coches
Aunque hablar de potencia o de aceleración nos puede parecer algo de los más contemporáneo, igual desconoces que CV significa “caballos de vapor”. Textualmente es así. Esta medida es una unidad equivalente a la potencia que se necesita para elevar una masa de 75 kilos a un metro de altura respecto al suelo en solamente un segundo.
La expresión de “caballos de vapor” que seguramente te ha resultado tan llamativa se debe a que la unidad de medida se empezó a utilizar para comparar y medir el funcionamiento de las máquinas de vapor que impulsaban los trenes y las fábricas durante la primera Revolución Industrial, hará cosa de 200 años.
Así que, si cada vez que escuchabas la expresión “este coche tiene tanto caballos” pensaban en una manada de caballos salvajes trotando bajo el motor, mejor vayas sustituyéndola por las coloridas máquinas de vapor victorianas.