Seguramente hayas observado más de una vez que tu coche dispone de un botón en el que pone ESP (también conocido como ESC, VDC y DSC) o el icono de un coche derrapando. En el caso del botón, sirve para activar o desactivar esta función. Pues bien, se trata del control de estabilidad, y a continuación te vamos a explicar en qué consiste y cómo te puede ayudar en materia de seguridad del volante ¡Vamos allá!
¿Qué es el control de estabilidad ESP?
El control de estabilidad es un sistema de seguridad de alta precisión que controla de forma electrónica la trayectoria y la potencia del automóvil, y si esta no corresponde exactamente con la maniobra que está ejecutando el conductor, el mismo coche efectúa los ajustes necesarios para evitar la pérdida del control o los típicos derrapes.
El nivel de precisión es tan alto que el sistema ESP revisa con su equipo de sensores 25 veces por segundo el movimiento ¿Increíble, verdad?
¿Cómo me puede ayudar el control de estabilidad?
La función básica del ESP es evitar que nuestro coche pierda el control en caso de realizar un volantazo o giro brusco. Según las últimas estadísticas, el 40% de los accidentes de tráfico que acaban siendo mortales se deben a derrapes, y hasta el 80% se podrían evitar si el coche dispone de control de estabilidad. Así que su eficacia en materia de seguridad es de una importancia vital.
Si nos vemos obligados a realizar una maniobra brusca y llevar nuestro coche al límite, el sistema de control de estabilidad devolverá, de forma automática, nuestro coche a la trayectoria natural intentando evitar un derrape que nos provoque un accidente (siempre y cuando nuestra desestabilización no sea tan exagerada que ni el propio sistema ESP puedo hacer nada al respecto).
¿Cómo funciona el control de estabilidad?
La clave de la eficacia del control de estabilidad está en que actúa de forma individual sobre cada llanta. Hay 3 elementos que intervienen en este complejo sistema de seguridad: los actuadores, los sensores y la unidad de control electrónico (UCE).
La UCE analiza y compara la información que recoge los sensores (¡25 veces por segundo!). Si detecta que la trayectoria del coche no coincide con la orden del conductor, se envía una señal a los actuadores y fuerzan los frenos de forma individual para corregir posibles desviaciones del coche que puedan desencadenar en un derrape y posible accidente.
Ahora que ya conoces la importancia del control de estabilidad en un coche, deberías saber que esta función ya viene incorporada en la mayoría de vehículos actuales, por lo tanto, en casi todos los coches de renting ¡Pásate por Swipcar y encuentra las mejores ofertas de renting!