El renting no deja de ser un contrato de arrendamiento a largo plazo que se firma durante un periodo de entre 1 a 5 años. Durante este lapso de tiempo, la empresa de renting cede uno o varios vehículos al cliente, que puede ser tanto otra empresa como un autónomo o particular, a cambio del pago de una cuota fija mensual.
Dentro de este servicio están incluidos servicios como el seguro, mantenimiento, ITV y otros. A pesar de que cada vez más particulares se están sumando a esta modalidad, las empresas y autónomos son los que pueden disfrutar de ventajas exclusivas, como por ejemplo el poder desgravarse la cuota mensual de renting del IRPF e IVA.
A continuación te traemos la guía definitiva para saber cómo contabilizar el renting de un coche como autónomo o empresa.
¿Cómo se refleja el renting en mi balance?
A diferencia de un leasing, que es un arrendamiento financiero, el renting se considera un arrendamiento operativo o arrendamiento empresarial. Recuerda que en el caso del leasing, la opción de compra está garantizada, mientras en el renting, no.
De esta forma, durante todo el tiempo contratado, el vehículo de renting es en todo momento propiedad de la empresa arrendadora (la empresa de renting). Esto es, no se transfiere la propiedad del bien a la empresa o autónomo que alquila el coche, por lo que el vehículo de renting no es amortizable.
Ten en cuenta que, si se tratase de un leasing de coche, existiría la opción de compra, por lo que la contabilidad cambiaría, ya que el precio por el que comprarías el vehículo variaría en función de las cuotas abonadas.
En definitiva, a la hora de reflejar el asiento contable, deberás clasificarlo como un alquiler más, es decir, como un gasto contable. Así, contabilizar una factura de renting de coche es un trámite muy sencillo de reflejar en los libros contables.
Cómo afecta el renting de coche al balance
Como hemos mencionado anteriormente, la cuota del coche de renting aparecerá en el balance de tu empresa como un gasto de arrendamiento y nunca como una deuda. Por este motivo, esta modalidad es una solución muy eficiente para las empresas y profesionales que quieran desgravarse gastos.
Igualmente, al tratarse de un bien alquilado, el coche de renting no queda registrado en el inmovilizado de la empresa, porque no se considera una inversión. De esta forma, la empresa arrendataria o el profesional gana libertad de movimientos en lo que respecta a la liquidez.
De la misma manera, el no tener que hacer un balance de deuda implica que no tendrás que preocuparte por los activos, sino que las gestiones para contabilizar el renting de coches en los libros de cuentas son mínimas.
¿Se puede desgravar el gasto de un coche de renting?
Sí. Es más, ésta es una de las principales ventajas del renting para empresas y autónomos. Puedes desgravar la cuota fija mensual de la declaración del IVA, ya que, como hemos mencionado, el coche de renting no es un bien sino un arrendamiento, un gasto.
Por su parte, para poder deducir el renting como gasto en el IRPF, de forma obligatoria el vehículo deberá estar sujeto a la actividad económica de tu empresa o negocio. También deberás poder demostrar que su uso se destina exclusivamente para el desarrollo de la actividad profesional, y no se usa para fines personales.
Ten cuidado con esto, ya que es posible que recibas una inspección para verificar esto último. Sin embargo, puedes acogerte a la presunción de afectación del 50%, pudiendo limitar desgravar la mitad de la cuota en estos 2 impuestos.
¿Qué tienes que hacer para demostrar que el coche se utiliza con fines exclusivamente profesionales? Bastaría con tenerlo aparcado en el garaje los fines de semana y en época de vacaciones o puentes, o, por ejemplo, tener el logo de la empresa serigrafiado.