El aire acondicionado del coche es uno de esos elementos que no echamos tanto de menos en invierno, pero que se vuelve imprescindible en cuanto llegan los meses de calor. Basta con que una ola de altas temperaturas sorprenda en plena carretera para que comprendamos lo importante que resulta tener un sistema de climatización en perfecto estado. Sin embargo, muchos conductores se encuentran con la sorpresa de que, al poner en marcha el aire acondicionado, el habitáculo no se enfría como debería.
Desde Swipcar te contamos cuáles son las causas más habituales de este problema y cómo prevenirlo.
Fallos más comunes del aire acondicionado
Cuando el aire acondicionado deja de enfriar, normalmente la causa está en alguno de sus componentes principales. A continuación repasamos los fallos más frecuentes y cómo afectan al sistema.
Falta de gas refrigerante
Uno de los motivos más habituales por los que el aire acondicionado pierde eficacia es la falta o pérdida de gas refrigerante. Este gas circula por el sistema para absorber el calor del habitáculo y expulsarlo al exterior, pero con el paso del tiempo puede perderse por pequeñas fugas o por desgaste natural. Aunque el coche funcione bien, si el nivel de gas es bajo, el aire nunca saldrá realmente frío y la temperatura de confort será inalcanzable.
Filtros del habitáculo saturados
Pero no siempre el problema está en el gas. Otro de los grandes culpables suele ser los filtros del vehículo, que también juegan un papel fundamental. Están diseñados para evitar que polvo, polen y contaminantes entren al interior, pero si no se cambian de forma periódica, acaban saturándose. Esto lleva por un lado, a que el flujo de aire se reduzca y la sensación de frescor disminuya; y por otro, a que se generen malos olores y molestias para los usuarios del vehículo, especialmente para aquellos que sufren alergias.
Condensador obstruido
El condensador, situado en la parte delantera del vehículo, es el encargado de liberar el calor absorbido en el interior. Cuando se acumula suciedad, hojas o insectos en su superficie, ese intercambio de temperatura se ve afectado. En días de calor intenso, esta obstrucción puede marcar la diferencia entre un habitáculo fresco y otro en el que apenas se nota el aire.
Fallos mecánicos
También es importante recordar que el aire acondicionado depende de componentes mecánicos como el compresor, el ventilador o las válvulas de expansión. Con el paso de los años, estos elementos pueden desgastarse, presentar fallos eléctricos o incluso romperse. En estos casos, el sistema deja de funcionar y estaremos en la obligación de acudir a un técnico especializado para solucionar el problema.
¿Qué debemos comprobar?
Si notas que el aire acondicionado no enfría como debería, lo mejor es empezar por una revisión básica. En muchos casos, el problema está relacionado con cuestiones sencillas que puedes detectar sin necesidad de pasar directamente por el taller.
Lo primero es fijarse en los filtros del habitáculo. Si llevan tiempo sin limpiarse o sustituirse, es probable que estén llenos de polvo y suciedad, lo que reduce la fuerza del aire que llega al interior. También conviene fijarse en cómo evoluciona la temperatura cuando enciendes el aire. Si después de varios minutos de conducción el ambiente sigue siendo cálido, es una señal clara de que hay un fallo interno.
Además de la temperatura, hay otros detalles que pueden darte pistas como los olores. Un aroma a humedad o moho suele indicar que el sistema necesita una limpieza profunda. Lo mismo ocurre con los sonidos. Si escuchas zumbidos, traqueteos o vibraciones poco habituales, probablemente haya un fallo en el compresor o en el ventilador.
Hacer estas pequeñas comprobaciones no solo te permitirá tener una idea más clara de lo que ocurre, sino que también ayudará al servicio técnico de tu renting a diagnosticar el problema con mayor rapidez y precisión.
Cómo mantener el coche fresco incluso si el aire falla
A veces, el aire acondicionado puede fallar justo en el peor momento como en un viaje largo o durante una ola de calor. En esos casos, hay trucos que pueden ayudarte a mantener el coche más fresco.
- Un parasol en el parabrisas evita que el interior se convierta en un horno cuando inevitablemente el vehículo está aparcado al sol.
- En la medida de lo posible, se debe intentar aparcar en sombra.
- Si no queda más opción que circular sin aire, abrir las ventanillas de forma estratégica durante los primeros minutos permite renovar el aire caliente acumulado.
- Utiliza fundas de asiento transpirables y cristales tintados, ya que ayudan a reducir la temperatura que se acumula en el interior.
- Planifica tus desplazamientos en las horas menos calurosas del día, el coche estará más fresco y tu viaje será más reconfortante.
Estas son soluciones provisionales, pero muy útiles hasta que puedas acudir al servicio técnico.
Consejos para cuidar el aire acondicionado en verano
Aunque no podemos evitar todos los fallos, sí existen hábitos que contribuyen a que el aire acondicionado funcione mejor y dure más tiempo. Una buena práctica es encenderlo siempre con el coche en marcha. En parado, el sistema no consigue disipar el calor acumulado en el motor y la refrigeración es menos eficaz.
Otra recomendación es utilizar el modo de recirculación durante los primeros minutos. De esta forma, el aire ya enfriado se mantiene dentro del habitáculo y se alcanza antes una temperatura agradable. Eso sí, conviene cambiar después a la entrada de aire fresco para ventilar y renovar el ambiente.
El mantenimiento es clave. Aprovecha las revisiones periódicas de tu renting para pedir que se revisen los filtros, se limpien los conductos y se compruebe el nivel de gas. Estos sencillos pasos prolongan la vida del sistema y evitan que el problema aparezca en pleno verano, cuando más lo necesitas. Y recuerda algo tan simple como no tapar las rejillas de ventilación con mochilas, chaquetas o fundas de asiento. Limitar el flujo de aire puede reducir notablemente la sensación de frescor.
Mantenimiento incluido con tu coche de renting
Una de las mayores ventajas del renting es que cualquier fallo en el aire acondicionado, por pequeño que sea, no supone un gasto extra para el conductor. En un coche en propiedad, reparar una fuga de gas o sustituir un compresor puede suponer varios cientos de euros. En cambio, con un coche de renting, basta con informar al proveedor y programar una revisión para que todo quede resuelto sin preocupaciones.
Esto supone una diferencia clave: puedes disfrutar del coche sin miedo a los imprevistos. Y en pleno verano, cuando el aire acondicionado es esencial, saber que cuentas con respaldo técnico sin coste adicional es una garantía de tranquilidad.
En Swipcar queremos que disfrutes de cada trayecto con total comodidad. Infórmate sin compromiso y consigue hoy mismo tu coche de renting.