Puede que muchos fabricantes presenten vehículos eléctricos, pero pocos han generado tanta expectación como Volkswagen con su ID.3. Y esto se debe principalmente a dos razones: la primera es que todos los ojos están puestos en el primer vehículo cero emisiones de una marca cuyo nombre traducido quiere decir, literalmente, coche del pueblo.
Y la segunda es que no se denomina ID.3 por casualidad, ya que Volkswagen asegura que con él se inicia un tercer capítulo en su historia, tras los iniciados anteriormente por el Volkswagen Beetle y el Volkswagen Golf. Así pues, estamos ante uno de los coches más importantes de la marca alemana. ¡Vamos a conocerlo!
Diseño futurista pero funcional
El diseño del Volkswagen ID.3 marca la hoja de ruta de la nueva estética de los modelos de la firma alemana, y a decir verdad su aspecto es completamente diferente al del resto de los modelos de la gama. Se trata de un coche a medio camino entre un compacto, un SUV y un monovolumen que, como buen eléctrico, ha priorizado por encima de todo la eficiencia.
En su parte frontal dispone de unas ópticas con tecnología LED que están conectadas entre sí mediante una tira iluminada. Esto resulta especialmente destacable porque normalmente este elemento lo encontramos en la parte trasera, pero en la delantera no suele ser tan habitual.
Otra característica de esta zona es que apenas hay entradas de aire porque el motor eléctrico necesita mucha menos refrigeración que uno térmico, por lo que la parrilla frontal es prácticamente inexistente. En la parte inferior del parachoques encontramos una entrada de aire de tamaño reducido… y poco más. Es lo bueno de este tipo de coches, que pueden tener un diseño muy minimalista.
Su aspecto lateral también resulta destacable. Es aquí donde mejor se puede ver la mezcla de conceptos que comentaba antes: su longitud es de 4,26 metros, por lo que es un compacto al uso.
No llega a ser tan alto como un SUV pero con 1,56 metros tampoco es un coche bajito, y tanto la forma elevada del parabrisas delantero como el aspecto del pilar C recuerdan ligeramente a la forma de un monovolumen.
Sea como sea, es un coche con personalidad propia que destaca por ofrecer una gran superficie acristalada y unas líneas de tensión ascendentes que aportan dinamismo al conjunto.
Finalmente nos fijamos en su parte posterior, que también destaca por su minimalismo. Aquí destacan por encima de todo dos elementos: el portón, que es de color negro y crea un gran contraste con el resto de la carrocería, y los pilotos, con tecnología LED pero que no llegan a estar conectados entre sí. Evidentemente no encontramos ninguna salida de escape, por lo que el parachoques es completamente simétrico.
Interior del Volkswagen ID.3: minimalismo y digitalización
Si por fuera el ID.3 quiere diferenciarse del resto de la gama Volkswagen, por dentro esas diferencias son todavía más evidentes. Y es que estamos ante uno de los habitáculos más minimalistas que jamás haya fabricado Volkswagen, en el cual destacan principalmente dos pantallas.
La más llamativa es la que se ubica en la consola central, de 10 pulgadas y que forma parte del equipamiento de serie del coche. Su principal particularidad es que engloba absolutamente todos los menús y funciones del vehículo, desde el sistema multimedia hasta la climatización. Eso sí, en su parte inferior dispone de diversos botones (también táctiles) que dan acceso directo a los menús principales.
La segunda pantalla es claramente más pequeña y está ubicada detrás del volante. Vendría a ser la instrumentación de toda la vida, pero en este caso Volkswagen le ha dado la vuelta a este concepto y ha presentado un pequeño monitor que nos permite acceder a la información básica de la conducción.
Bueno, y tiene otra función muy importante, ya que en su parte derecha integra el selector del cambio de marchas, que se ubica aquí en lugar de en la parte inferior de la consola central como suele ser habitual.
Si nos centramos en la habitabilidad del Volkswagen ID.3, lo primero que hay que destacar es que estamos ante el primer vehículo de la marca que emplea la plataforma MEB, diseñada específicamente para coches eléctricos. Esto supone una gran ventaja a la hora de hablar de espacio interior, porque la marca ha colocado las baterías en la zona inferior del coche y las ruedas en los extremos para maximizar el espacio disponible.
Vaya, que en las plazas posteriores hay espacio de sobras tanto para la cabeza como para las piernas, e incluso un quinto pasajero podrá viajar relativamente cómodo gracias a la ausencia del típico túnel de transmisión.
Por lo que respecta al maletero, pese a la longitud reducida del vehículo y al hecho de que en sus plazas traseras haya un buen espacio, la capacidad es de 385 litros, cinco más que en un Volkswagen Golf. Además, esta capacidad se puede ampliar hasta los 1.267 litros si abatimos la segunda fila de asientos.
Motor del Volkswagen ID.3
El motor del Volkswagen ID.3 Pro Performance es un bloque eléctrico capaz de entregar una potencia de 204 CV y un par de 310 Nm. Equipa una caja de cambios automática de una velocidad que transmite la potencia a las ruedas posteriores, acelerando de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos y alcanzando una velocidad máxima de 160 km/h. Por lo que respecta al consumo, homologa un gasto de 15,6 kWh cada 100 km según el ciclo de homologación WLTP, y su autonomía es de 421 km.
Sensaciones al volante del Volkswagen ID.3
Lo mejor de circular con un coche como este es que, como buen eléctrico que es, su conducción es silenciosa, relajante y muy cómoda. Aquí no hay ruidos, vibraciones ni traqueteos, sino que todo discurre con una fluidez impresionante.
Si te estás preguntando si hace falta algún tipo de adaptación a la hora de conducir un coche eléctrico la respuesta es no, y de hecho me atrevería a decir que cuando lo hayas conducido por primera vez no querrás volver a conducir otro tipo de vehículo.
Volkswagen ha trabajado especialmente en aspectos como el chasis o la suspensión para que el peso de las baterías se note lo mínimo posible, y lo cierto es que excepto por la ausencia de ruido, el ID.3 se conduce con la misma facilidad que cualquier otro automático de la marca.
Y hablando de cambio, evidentemente aquí no hay marchas pero Volkswagen tampoco ha incluido la posibilidad de gestionar mediante levas el nivel de frenada regenerativa.
Así pues, para modificar el grado de retención del vehículo solo podremos modificar la posición del selector del cambio entre las posiciones D y B, siendo esta última la que más retiene.
Por lo que respecta a los consumos, la marca homologa un gasto de 15,6 kWh para la versión Pro Performance de 204 CV, que del mismo modo que en un vehículo de combustión depende de nuestro estilo de conducción, de la carga del vehículo o incluso de la temperatura exterior.
En cuanto a la carga, el ID.3 admite una potencia máxima de 100 kW para la batería de 58 kWh y de 125 kW para la de 77 kWh, aunque lo más normal será enchufarlo a la toma de carga de 7,4 kW, mediante la cual tarda nueve horas y media en pasar del 0 al 80% de batería.
Equipamiento del Volkswagen ID.3
El equipamiento del Volkswagen ID.3 en su versión Pro Performance incluye una gran cantidad de elementos de confort, seguridad, infoentretenimiento y especialmente tecnología. Estos son los más destacables:
- Faros LED: el sistema de iluminación del ID.3 cuenta con ópticas y pilotos con tecnología LED, y en el caso de los faros delanteros una tira iluminada los conecta entre sí para crear un aspecto inconfundible.
- Frenada de emergencia: Volkswagen incluye el sistema de seguridad “Front Assist” de serie en el ID.3, capaz de detectar la presencia de peatones en la vía y activar los frenos si es necesario para evitar un accidente.
- Pantalla de 10 pulgadas: junto al monitor secundario de 5,3 pulgadas se encuentra el principal, mucho más grande y que integra todas las funciones del vehículo. Además, cuenta con conectividad con el teléfono y sistema de navegación.
Otros elementos de equipamiento que forman parte de este coche eléctrico son: aire acondicionado con control remoto, red WiFi, Bluetooth, control de crucero adaptativo, reconocimiento de señales, freno de mano automático, iluminación ambiental, carga inalámbrica, alerta de cambio involuntario de carril, cargador de tipo 2 (Mennekes) y llantas de 18 pulgadas.
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