El Opel Combo lleva desde el año 1994 siendo uno de los comerciales ligeros de referencia en nuestro mercado. A lo largo de la historia ha acumulado un total de cuatro generaciones y ha ido evolucionando de lo que originalmente era una furgoneta pequeña orientada para un uso profesional hasta el turismo que es hoy en día.
Y es que este tipo de vehículos se han convertido en los sustitutos naturales de los cada vez menos habituales monovolúmenes, y resultan ideales para todos aquellos que no quieran un SUV pero necesiten un vehículo espacioso, con asientos individuales y una buena capacidad de maletero. Así pues, vamos a descubrir qué nos ofrece el Opel Combo.
Conducción: ideal para realizar largos trayectos
Pese a su forma exterior no hay que entender el Opel Combo como una furgoneta convertida en turismo, sino como un turismo con forma de vehículo comercial. Y eso es algo que se nota mucho en su comportamiento, puesto que a nivel de dirección y suspensión no hay ninguna diferencia con respecto a un Opel Corsa o un Astra, por ejemplo.
Asociada al motor diésel de 1.5 litros y 100 CV el equilibrio entre prestaciones y bajos consumos es excepcional. Su par motor es de 250 Nm, lo cual permite que las aceleraciones no sean fulgurantes, pero sí más que suficientes para desplazarse con todas las garantías.
En otras palabras, es un coche ideal para viajar y devorar kilómetros, especialmente gracias a su consumo de 4,1 litros según el ciclo WLTP.
A nivel dinámico en ciudad se muestra ideal gracias a los sensores de aparcamiento y al sistema de alarma de colisión, pero en carretera también da la talla gracias a una insonorización bien trabajada y a unos asientos confortables, como veremos en el apartado de interior.
Tanto la suspensión como la dirección resultan muy suaves, de modo que no es un coche incite a practicar una conducción deportiva sino más bien una conducción tranquila.
Máxime cuando el tacto de la caja de cambios ofrece unos desarrollos muy largos, cómodos en ciudad pero algo menos útiles a la hora de circular por carreteras reviradas.
Diseño: como un coche normal, pero con más maletero
Está claro que visto por detrás el Opel Combo no es igual que el resto de modelos de la marca, pero en su vista frontal es fácilmente indentificable como un Opel. Eso se nota especialmente en la forma de la parrilla, que está dispuesta de forma horizontal y protagonizada por dos alas cromadas.
Como es habitual en la gama su tamaño es considerable, y está flanqueada por dos ópticas que se integran en la parte lateral y enfatizan la sensación de anchura.
En su parte lateral llama la atención que las dos puertas traseras sean correderas y dispongan de ventanas practicables, algo muy práctico a la hora de acceder a la segunda fila de asientos. Tanto el voladizo delantero como el trasero destacan por ser muy cortos, lo cual permite incrementar la distancia entre ejes y, por ende, la habitabilidad interior.
Las ventanillas tienen unas formas angulosas y geométricas que aportan un toque distintivo con respecto al resto de modelos del segmento, exactamente igual que la parte inferior, que luce una moldura acabada en plástico negro.
Finalmente nos centramos en la parte trasera, que mantiene las formas geométricas en la luneta y las combina con unos pilotos dispuestos en posición vertical y de tamaño considerable, lo cual mejora la visibilidad y la seguridad. Además, el toque dinámico lo aporta un pequeño spoiler trasero, situado en la parte superior y pintado en el mismo color que la carrocería.
Un interior con cinco plazas reales
El interior del Opel Combo es muy similar al de los Peugeot Rifter y Citroën Berlingo, por lo que la funcionalidad y la practicidad están garantizadas. Los materiales y los ajustes son de buena calidad y están pensados para soportar el paso del tiempo sin problemas.
La posición de conducción es cómoda y se encuentra fácilmente; no da la sensación en ningún momento de estar al volante de una furgoneta, sino más bien de un turismo con todas las de la ley.
En la versión Life Edition Plus el salpicadero tiene unas formas muy angulosas y marcadas, y la pantalla central de 3,5 pulgadas está dispuesta en posición horizontal. Lo bueno es que se sitúa en la parte superior de la consola central, por lo que su visibilidad es muy buena e incluye un sistema de audio con radio digital DAB.
Pero sin lugar a dudas, lo más interesante de este modelo es su habitabilidad. Las plazas delanteras son cómodas, pero en el caso de las traseras el espacio disponible es fantástico.
En cualquier modelo compacto equivalente sería normal tener que lidiar con una plaza central trasera estrecha, pero en el Opel Combo los asientos traseros son individuales y están divididos en proporción 35:30:35.
Todo ello se traduce en una habitabilidad fantástica, ya que cinco ocupantes pueden afrontar un viaje largo con una comodidad muy superior a la de cualquier turismo. Además, la capacidad del maletero es de unos impresionantes 597 litros, y si abatimos la segunda fila de asientos esta aumenta hasta los 2.126 litros. Y por si esto fuera poco disponemos de un total de 28 huecos portaobjetos que nos facilitan mucho la vida a bordo.
Equipamiento del Opel Combo
El equipamiento del Opel Combo en su versión Life 1.5 TD Edition Plus L1H1 650 dispone de una gran cantidad de elementos en materia de seguridad, infoentretenimiento y conectividad. Todo ello permite que su conducción sea idéntica a la de un vehículo compacto o urbano equivalente. Estos son los más destacables:
- Puertas traseras deslizantes: a la hora de acceder al vehículo resulta muy interesante que las puertas traseras sean deslizantes tanto en la parte derecha como en la izquierda, lo cual se complementa con un portón enorme que nos permite cargar objetos voluminosos fácilmente.
- Sistema de alarma de colisión: el vehículo es capaz de detectar el resto de objetos de la vía y activa tanto los frenos como las luces de frenada para evitar un posible impacto. Además, realiza diversos avisos acústicos para alertar al conductor.
- Alerta de cambio involuntario de carril: diversos sensores leen las líneas de la carretera y alertan al conductor si se está desviando de la trayectoria, complementando así al resto de sistemas de seguridad para hacer del Opel Combo uno de los vehículos más seguros del segmento.
Otros elementos de equipamiento que forman parte de esta furgoneta son: reconocimiento de señales de tráfico, sensor de aparcamiento trasero, control de crucero, aire acondicionado, control de arranque en pendientes, seis altavoces, banqueta trasera abatible en disposición 60/40, detector de fatiga, indicador de presión de neumáticos, spoiler trasero, sensor de luz, faros antiniebla, retrovisores exteriores calefactados, elevalunas eléctricos, cierre centralizado o llantas de aleación de 16 pulgadas.
Motor del Opel Combo
El motor del Opel Combo Life 1.5 TD Edition Plus L1H1 650 es un bloque diésel de 1.5 litros de cilindrada capaz de entregar una potencia de 102 CV y un par motor de 250 Nm. Equipa una caja de cambios manual de cinco velocidades que transmite la potencia a las ruedas delanteras, acelerando de 0 a 100 km/h en 11,5 segundos y alcanzando una velocidad máxima de 175 km/h. Por lo que respecta al consumo, homologa un gasto de 4,1 litros cada 100 km según el ciclo de homologación WLTP.
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