El Mazda CX-30 es uno de los SUV más atractivos de la gama de la marca japonesa. Porque es cierto que en su elenco hay modelos similares, pero este es el que dispone del diseño más atrevido y de la mayor carga tecnológica.
Y lo cierto es que estas cualidades son imprescindibles para competir en su segmento, el de los SUV compactos. En líneas generales estamos ante un coche con una calidad de acabados fantástica y una gama de motores que se salen de lo normal y apuestan por una tecnología muy característica en la marca nipona. ¡Vamos a conocerlo!
Conducción: apuesta por un motor diferente
Lo más curioso del Mazda CX-30 (y de la mayoría de modelos del fabricante japonés) es que sus motores de gasolina son atmosféricos, o lo que es lo mismo, tienen aspiración natural de aire y no recurren a un turbo. Eso se traduce en un funcionamiento mucho más suave y lineal, y además mediante la tecnología Skyactiv también se pueden reducir notablemente los consumos.
En el caso del CX-30 del que hablamos hoy el motor es un bloque de 2.0 litros y cuatro cilindros que desarrolla una potencia de 122 CV a 6.000 rpm y un par máximo de 213 Nm a 4.000 revoluciones.
Este conjunto mecánico resulta más que suficiente para mover con soltura al CX-30, y aunque su consumo real sea algo superior al oficial (homologa un total de 6,2 litros) es difícil subir de los 7 litros. Todo ello se ve favorecido por el sistema de microhibridación “M Hybrid” de la marca, que mejora el funcionamiento del sistema Start&Stop e incluso es capaz de desconectar los cilindros cuando no requerimos demasiada potencia.
A nivel dinámico estamos ante un coche noble, bastante neutro e incluso un tanto deportivo. Ofrece un confort de rodadura muy elevado y silencioso, y aunque su aceleración no es fulgurante (completa el 0-100 km/h en 10,6 segundos) no se muestra demasiado perezoso.
En ciudad es práctico y cómodo, mientras que en carretera muestra un comportamiento ágil y no acusa balanceos. Eso sí, lo mejor de este coche es el tacto de la dirección y el del cambio de marchas, cuyos recorridos son cortos y directos.
Diseño: un SUV compacto con personalidad y presencia
El Mazda CX-30 es un SUV compacto al uso, ya que tiene una longitud de 4,39 metros, una anchura de 1,79 metros y una altura de 1,54 metros. Pero no solo es un SUV por medidas, sino también por aspecto. Y es que los diseñadores de la marca japonesa han querido trasladar la fluidez de líneas de sus modelos compactos a este coche, añadiendo incluso un ligero aspecto coupé.
Visto desde el frontal lo que más llama la atención es la gran parrilla central. Cuenta con un marco cromado que tiene continuidad en los laterales y se inserta en la parte inferior de las ópticas, cuyo diseño es afilado y estilizado. La parte interior de la parrilla presenta una atractiva rejilla en color negro brillante, y en la parte posterior se ubica una pequeña entrada de aire auxiliar y dos tiras LED que hacen de intermitentes separados del resto de los faros.
La vista lateral es posiblemente la más característica del modelo, ya que lo primero que salta a la vista son los enormes pasos de rueda acabados en el típico plástico negro de todo buen SUV.
Por lo demás la carrocería es esbelta y está muy bien esculpida, ya que presenta unas líneas muy fluidas y que mantienen la filosofía KODO que caracteriza a todos los modelos de la marca. En general no hay demasiadas líneas de tensión, pero sí que encontramos un gran faldón lateral que da continuidad a los citados pasos de rueda.
Finalmente acabamos el repaso del diseño del Mazda CX-30 fijándonos en su parte posterior, que repite un patrón similar al de la parte delantera y destaca por ofrecer un portón de grandes dimensiones en el cual los pilotos están ubicados muy en los extremos. Unos pilotos que, por cierto, cuentan con un diseño muy característico y con tecnología LED. Un poco más abajo nos topamos con un parachoques de grandes dimensiones y con una doble salida de escape completamente real.
Un interior premium con materiales de gran calidad
Lo mejor del interior del Mazda CX-30 es la gran apuesta que hace la marca por incorporar todo aquello que sea realmente práctico y funcional, huyendo de aderezos estéticos excesivos. En este coche es fácil sentirse conectado con la máquina, algo que desde Mazda persiguen mediante la filosofía Jinba Ittai, que traducido representa la unión entre vehículo y conductor del mismo modo que se produce una unión entre el caballo y su jinete.
Esto se aprecia en elementos como el volante completamente redondo y fino, en la instrumentación con elementos digitales pero diseño clásico, en el buen tacto de la palanca de cambios o en la presencia de una pantalla central que no se come demasiado el espacio del habitáculo. Además, sus asientos son fantásticos porque presentan un nivel de comodidad elevado y una ergonomía fantástica.
En las plazas delanteras tanto el confort como los materiales y los acabados son fantásticos, y además contamos con un sistema de infoentretenimiento muy completo que incluye la pantalla de 8,8 pulgadas y la conectividad con el teléfono mediante Android Auto y Apple CarPlay. Pero lo mejor es que esta buena habitabilidad también se traslada a las plazas traseras.
Aquí disponemos de un buen acceso y de un espacio más que suficiente para que dos adultos viajen con comodidad. Evidentemente estamos ante un coche homologado para cinco pasajeros, pero debido a su anchura la plaza central trasera es válida para viajes ocasionales y poco más. Por lo que respecta al maletero del Mazda CX-30, su capacidad es de 430 litros y sus formas resultan muy aprovechables, pero es que además se puede ampliar el espacio disponible hasta los 1.406 litros si abatimos la fila de asientos trasera.
Equipamiento del Mazda CX-30
El equipamiento del Mazda CX-30 ofrece un buen equilibrio entre elementos de confort, seguridad, infoentretenimiento y asistencia a la conducción. Estos son los más destacables:
- Sistema de frenada de emergencia: esta tecnología se apoya en el control de crucero adaptativo y en el asistente de cambio de carril para, mediante una serie de cámaras y sensores, detectar si nos acercamos demasiado rápido a un objeto o persona y activa los frenos para evitar un impacto.
- Conexión Android Auto y Apple CarPlay: la pantalla central de 8,8 pulgadas MZD Connect se ve complementada por una instrumentación digital de 7 pulgadas y nos permite acceder a todos los menús del vehículo y, mediante este protocolo, conectar nuestro teléfono al sistema de infoentretenimiento.
- Reconocimiento de señales TSR: una cámara lee las señales de tráfico de la carretera y las proyecta en la pantalla de la instrumentación para que sepamos cuál es el límite de la vía.
Otros elementos de equipamiento que forman parte de este SUV son: asistente de arranque en pendientes, cámara de visión trasera, alerta de tráfico posterior, sensores de aparcamiento, climatizador bizona, navegador, Head-Up Display, radio digital con mandos en el volante, acceso inteligente sin llave, detector de fatiga, sensor de presión de neumáticos, llamada de emergencia, alarma, faros LED, sensores de lluvia y luz o llantas de 18 pulgadas.
Motor del Mazda CX-30
El motor del Mazda CX-30 en su versión Skyactiv-G 2.0 2WD Evolution es un bloque gasolina de 2.0 litros de cilindrada capaz de entregar una potencia de 122 CV y un par motor de 213 Nm.
Equipa una caja de cambios manual de seis velocidades que transmite la potencia a las ruedas delanteras, acelerando de 0 a 100 km/h en 10,6 segundos y alcanzando una velocidad máxima de 186 km/h. Por lo que respecta al consumo, homologa un gasto de 6,2 litros cada 100 km según elciclo de homologación WLTP.
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