El Jeep Renegade es un buen ejemplo de que no todo el segmento SUV es igual. Y es que muchas marcas desarrollan todocaminos utilizando como base los turismos de sus gamas, pero hay otras que tienen una gran tradición fabricando todoterrenos y, a partir de esa base, desarrollan un SUV. Un buen ejemplo de ello es el modelo que hoy nos ocupa, el Jeep Renegade.
No es ningún secreto que la marca americana tiene una gran tradición histórica en el mundo de los 4×4, de modo que es de esperar que cualquier SUV que fabrique sea un buen todocamino, sí… pero con carácter todoterreno. Eso es precisamente lo que ofrece el Jeep Renegade, así que vamos a conocerlo en profundidad.
Conducción: un SUV urbano muy cómodo
Da igual qué motor monte el Jeep Renegade, porque con todos ellos su conducción es muy placentera. Y es que la marca americana ha desarrollado una plataforma y un chasis neutro y bien balanceado que logra un buen equilibrio entre confort y agilidad, lo cual siempre es destacable en un SUV. Por tamaño el Renegade se puede considerar como un SUV urbano, ya que su longitud es de 4,23 metros. Una cifra ideal para moverse por la ciudad, ámbito en el cual se mueve como pez en el agua.
La suspensión tiene un tarado más bien blando, lo cual hace que rodando a ritmo ligero se perciban algunos balanceos pero, a cambio, resulte el coche ideal para moverse por zonas bacheadas o ciudades con muchos resaltes. A ese confort de marcha también contribuye la dirección, que es bastante precisa y blanda, pero poco comunicativa. En general se trata de un coche muy fácil de usar y que prima la comodidad por encima de todo.
Asociado al motor de gasolina de un litro y 120 CV su equilibrio entre prestaciones y bajos consumos es fantástico. Y es que la marca ha desarrollado un bloque tricilíndrico que va asociado a una caja de cambios manual de seis velocidades y a un sistema de tracción delantera con un funcionamiento agradable y muy lineal que destaca especialmente por gastar poco.
Homologa un consumo de tan solo 6,4 litros, una cifra fácil de conseguir si dosificamos el pedal del acelerador y practicamos una conducción eficiente. No obstante, que sea el motor más pequeño de la gama no quiere decir que sus prestaciones no sean buenas, ya que con un par motor de 190 Nm nos permite realizar adelantamientos o incorporaciones con total tranquilidad.
Finalmente toca centrarse en su comportamiento fuera del asfalto, y aunque hay que reconocer que estamos ante un SUV urbano que no tiene demasiadas pretensiones off-road, su espíritu todoterreno y el legado histórico de la marca se notan. Cierto es que la versión 4×4 resulta más recomendable para este tipo de conducción, pero su diseño 100% Jeep le ayuda a la hora de circular por pistas en buen estado o solventar alguna superficie ligeramente embarrada o deslizante.
Diseño: ante todo esto es un Jeep
En un mercado en el que parece que prácticamente todos los SUV sean iguales, la presencia de modelos como este Jeep Renegade es de agradecer. Porque es un coche con mucha personalidad y que ha sabido modernizar el diseño clásico del mítico Jeep Willys, pero respetando sus líneas maestras.
Por ejemplo, un rasgo estético que ha permanecido invariable es su parrilla delantera, formada por las míticas siete barras verticales y los faros redondos. Unos faros que, por cierto, disponen de iluminación diurna y complementan a la perfección una parte delantera con empaque y presencia que incluye un parachoques robusto que incrementa la sensación de que estamos más ante un todoterreno que ante un SUV.
La vista lateral del Renegade también deja claro que tiene mucha personalidad. Es un coche cuadradote en el cual destacan las líneas rectas y los ángulos marcados, como se puede ver en sus característicos pasos de rueda o en la forma de sus ventanillas. Al contrario que muchos de sus rivales, en este coche la línea de cintura no es demasiado elevada, lo que aporta una gran luminosidad interior gracias a su mayor superficie acristalada.
Y finalmente nos fijamos en su parte posterior, donde también hay algunos elementos identificativos muy llamativos. Buen ejemplo de ello lo encontramos en los pilotos, que tienen una forma completamente cuadrada y que disponen de un diseño en forma de “X” en su interior. Y todo ello combinado con algunos detalles muy curiosos, como por ejemplo la forma de la parrilla del Jeep original en el interior de los faros traseros o la figura de un escalador en la luneta trasera.
Un interior robusto pero actualizado
El interior del Jeep Renegade deja claro a qué marca pertenece. Están presentes todos los elementos tecnológicos y de confort que uno espera encontrar en un SUV urbano, pero se combinan con un diseño robusto muy típico de los todoterrenos. Llama la atención la posición del salpicadero, muy horizontal y que facilita la visibilidad delantera.
Por su parte, la consola central dispone de una pantalla de cinco pulgadas que incluye la conectividad con el teléfono mediante Android Auto y Apple CarPlay, y la instrumentación cuenta con un display que muestra toda la información del ordenador de a bordo. La posición de los mandos de la climatización es bastante baja debido a la verticalidad que citaba antes del salpicadero, pero la marca los ha mantenido fuera de la pantalla y su tacto es muy bueno, así que nada que reprochar en este sentido.
En general la posición de conducción se encuentra fácil y, como en todo buen SUV, es algo elevada, lo que mejora notablemente la visibilidad. Además, los asientos resultan cómodos y los materiales tienen buena calidad pero son robustos, algo muy típico de los Jeep y que personalmente me encanta.
Si nos centramos en la habitabilidad, el Jeep Renegade ofrece un espacio más que destacable en las plazas posteriores pese a su reducida longitud, pudiendo albergar a dos adultos sin ningún tipo de problemas. La plaza central trasera es algo más incómoda y estrecha, pero está en la media del segmento. Por su parte, el maletero del Jeep Renegade cubica un total de 351 litros, una cifra realmente buena y que además se puede exprimir al máximo, ya que sus formas son muy rectas y aprovechables. Además, si abatimos los asientos obtenemos un total de 1.297 litros.
Equipamiento del Jeep Renegade
El Jeep Renegade es el modelo de acceso a la gama de la marca americana, pero no por ello deja de equipar los elementos más innovadores en cuanto a seguridad, infoentretenimiento y tecnología. Vamos a repasar cuáles son los más destacables:
– Control de presión de neumáticos: varios sensores monitorizan la presión de los neumáticos en tiempo real y alertan al conductor si es insuficiente, ya sea porque hace falta comprobar las presiones o porque se ha producido un pinchazo.
– Reconocimiento de señales: una cámara frontal es capaz de leer las señales de la carretera y mostrarlas en la pantalla principal, alertando así de la velocidad máxima de la vía en todo momento.
– Frenada de emergencia: el Jeep Renegade detecta la presencia de objetos o peatones en la vía y no solo avisa al conductor, sino que puede detener el vehículo para evitar un accidente.
Otros elementos de equipamiento que forman parte de este SUV son: control por voz, sistema Start&Stop, sensor de parking posterior, conectividad Android Auto y Apple CarPlay, Bluetooth, climatizador automático, seis altavoces, volante multifunción de cuero, control de estabilidad y de tracción, freno de mano automático, luces antiniebla, rueda de repuesto de tamaño normal y luces diurnas, entre otros.
Motor del Jeep Renegade
El motor del Jeep Renegade 1.0 T3 es un bloque gasolina de 1.0 litros de cilindrada capaz de entregar una potencia de 120 CV y un par motor de 190 Nm. Equipa una caja de cambios manual de seis velocidades que transmite la potencia a las ruedas delanteras, acelerando de 0 a 100 km/h en 11,2 segundos y alcanzando una velocidad máxima de 185 km/h. Por lo que respecta al consumo, homologa un gasto de 6,4 litros cada 100 km según el ciclo de homologación WLTP.
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