Nos encontramos en pleno invierno, conduciendo por una carretera y de repente empieza a nevar.
Conforme avanzamos kilómetros, el asfalto se cubre de blanco, nuestro coche empieza a sufrir pérdida de adherencia que intentamos corregir a base de volantazos suaves, las condiciones de conducción han cambiado por completo, y llegados a este punto te preguntas
¿Cómo se supone que debo conducir sobre una carretera con nieve?
La nieve y el hielo fijan una capa que dificulta el contacto de los neumáticos de nuestro coche con el asfalto, esto se traduce en menor adherencia, y por lo tanto, un control inestable de nuestro vehículo.
Consecuencias de conducir con nieve
Una nevada fuerte o la bajada drástica de las temperaturas puede llevar consecuencias nefastas para nuestro automóvil y para nuestra propia seguridad:
- Falta de tracción: si el grueso de nieve o hielo en el asfalto es considerable y no llevamos puestas las cadenas o neumáticos de contacto, es muy probable que en cualquier punto (sobre todo pendientes) nuestro coche deje de traccionar. Las ruedas empezarán a patinar sin que el coche se desplace.
- Inestabilidad: en las mismas circunstancias mencionadas anteriormente, es fácil que perdamos el control de la dirección. Esto puede llevarnos a que nuestro coche se cruce o se salga de la calzada en cualquier curva.
- Dificultad para arrancar: si nuestro vehículo ha estado expuesto a bajas temperaturas durante un tiempo prolongado (con unas horas es suficiente), es posible que nos cueste ponerlo en marcha y arrancar. Si lo forzamos, puede que lo ahoguemos.
- Mala visibilidad: cuando los cristales se hielan, perdemos la visibilidad casi por completo. En ningún caso debemos rascar el parabrisas con cualquier objeto (esto lo rallaría) ni tirarle agua, con esto provocaríamos que todavía se helara más.
Consejos para conducir sobre nieve
A continuación te daremos los mejores consejos para conducir de forma segura sobre nieve y carreteras heladas ¡Atentos, tomad nota!
- Prudencia: es aconsejable consultar siempre el estado de las carretereas y el parte meteorológico antes de tomar la carretera, sobretodo si vamos a hacer un trayecto largo o desconocido.
- Distancia: cuando conducimos sobre una carretera nevada, el coche tarda más en frenar, incluso puede que derrape. Debemos aumentar la distancia de seguridad respecto el coche de delante.
- Velocidad: es muy recomendable adaptar la velocidad al estado del pavimento. Si notamos que los neumáticos tienen dificultad para agarrarse, deberemos ir todavía más lentos.
- Con suavidad: es importante arrancar de forma suave para evitar que nuestro coche patine. Deberemos jugar con el tacto del embrague, incluso arrancar con la segunda marcha para evitar el típico tirón.
- Giros delicados: como la tracción y estabilidad son menores, es aconsejable realizar giros y maniobras lo más progresivo y suave posible. Un giro brusco podría hacer que perdiéramos el control.
- Evitar las trazadas: es muy común seguir las roderas que han dejado otros coches, pensamos que será más fácil circular por ahí, pero es incorrecto. Justamene ahí es donde podemos entrar en contacto con el hielo que permanece bajo la nieve.
- Sentido común: seamos responsables y acordémonos siempre de llevar envima unas cadenas, por si la situación lo requiere.
Dicho esto, ¿Qué coche es más conveniente para circular por carreteras nevadas?
Obviamente, cualquier SUV se desenvolverá mejor sobre pavimentos complicados, por su anchura, estabilidad y fuerza, pero cualquier vehículo que lleve los neumáticos adecuados (o cadenas si es necesario) y cumpla los consejos de conducción que acabamos de mencionar, es apto para circular sobre carreteras nevadas.
¿Todavía no tienes tu coche de renting? Aquí tienes las mejores ofertas en SUV, compactos, berlinas, familiares y furgonetas ¡En Swipcar estamos a tu disposición para atenderte con cualquier consulta!